“Reflexionemos por un momento qué clase de deportistas les estamos entregando a la sociedad” ¿Qué es el éxito en el deporte base? Ojalá fuera fácil de contestar.
Lo que para mí es un resultado exitoso, para usted a lo mejor es un verdadero fracaso. El éxito tiene muchas caras, guarda relación con los puntos de partida, con los esfuerzos y con los objetivos.
Existen entrenadores que se marcan como objetivo ganar ligas, carreras o campeonatos y otros llegar a final de temporada, siendo mejores que al principio. El éxito en el deporte base no es solo ganar, triunfar, ascender, mantenerse…, puede que sea un objetivo, una ilusión, pero no es éxito. Y no lo es principalmente porque en edades tempranas las diferencias individuales (físicas y técnicas) son las que van a marcar, en la mayor parte de las competiciones, quién gana o quién no.
Éxito es que un niño comience a entrenar con diez años y no abandone nunca. Éxito es que ese niño llegue a su club sin conocer a nadie y cuatro años más tarde esté por la calle rodeado de amigos que ha hecho en su equipo. Éxito es conseguir que todos tus deportistas saluden y agradezcan al árbitro después de cada partido o competición. Éxito es ver cómo tus deportistas se animan entre ellos tras un error y se felicitan tras un acierto. Es conseguir que los domingos se vayan a dormir ilusionados porque mañana lunes tienen entrenamiento.
Yo no digo que ganar a estas edades sea un fracaso, muy al contrario; ganar es un objetivo, pero no el único. Se puede ganar cumpliendo con todo lo anterior. La rapidez, lo inmediato…, no son sinónimos de eficiencia. La paciencia sí que es una virtud que lejos de ser una actitud pasiva, es activa, refleja un gran control interior. Se basa fundamentalmente en la creencia de que nuestros objetivos terminarán cumpliéndose si actuamos de manera firme y no abandonamos nuestro propósito.
Lo que para mí es un verdadero fracaso es ganar ligas, carreras o campeonatos, entrenando a niños como deportistas adultos; ¡eso sí es un fracaso! ¡El éxito, es otra cosa! Porque como dejó escrito Cervantes en boca de Don Quijote, “hay que confiar en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades”.
La reflexión nunca sobra. Reflexionemos por un momento qué clase de deportistas les estamos entregando a la sociedad.
Muchas gracias. ¡Salud, suerte y hasta la próxima!